Arte natural en Los Cauquenes

La pintura de la artista que retrató los establos de la Reina Isabel II, se exhibe en el lobby y en el restaurant del hotel, Reinamora, con el Canal Beagle en primera fila. “La pintura y los caballos llegaron prácticamente juntos a mi vida”, resume sobre la esencia de su obra. La invitación está hecha: ¡allídonde termina el mundo que conocemos, empieza uno mejor!

Arte natural en un hotel de lujo: la pintura de la reconocida artista Adriana Zaefferer presente en Los Cauquenes Resort + Spa + Experiences. “El sur tuvo mucho que ver tanto en mi profesión como en mi vida: fue allí donde empecé a conocer y admirar al caballo desde una muy temprana edad”, repasa la artista, dando cuenta de la esencia de una obra que comenzó a orillas del lago Lacar y que hoy se hace presente tanto en el lobby como en el restaurant del hotel, Reinamora.

Arte natural

Pensar en el Canal Beagle en primera fila es de por sí una imagen artística, que llama a visitar un entorno natural inigualable. Pensar en Los Cauquenes es vivir el único resort & spa de alta gama con acceso directo a la playa, con vistas privilegiadas en todos sus espacios, a sólo 4 kilómetros de la ciudad de Ushuaia.

Es en el lobby del hotel, punto de entrada a las 54 habitaciones y suites, que ya se puede apreciar que “donde termina el mundo que conocemos, empieza uno mejor”.Y en esa misma línea aparece la pintura de Adriana Zaefferer, con un cuadro que se exhibe en esa zona y que es el resultado de una conjunción que la acompaña desde que era chica.

“La pintura y los caballos llegaron prácticamente juntos a mi vida. Me enamoré de su figura, de sus movimientos, y empecé a hacer bocetos de todo tipo”, cuenta Adriana, que también comparte otra de sus obras en el restaurant Reinamora. Cocina gourmet y platos fueguinos, otra obra natural conformada por el cordero patagónico, un clásico como la centolla y una delicia como la merluza negra.

Los Cauquenes Resort | Ushuaia, Tierra del Fuego | 1

Una historia de arte natural

Adriana Zaefferer nace en Argentina, en 1952, y desde siempre estuvo vinculada a las temáticas equinas: durante la niñez y sus visitas al campo familiar en San Martín de los Andes, pasando por un tiempo de estudio de veterinaria, para luego dedicarse a las artes plásticas.

Un viaje a Inglaterra fue crucial en el desarrollo de su carrera: es introducida al mundo de los criadores de caballos y sus trabajos comienzan a vincularse con los ambientes más exclusivos de Europa, incluso llegando a retratar los establos de la Reina Isabel II.

Una trayectoria que la ha llevado a manejar a la perfección las técnicas de pintura al óleo, el dibujo con pastel, la tipografía y la escultura, incorporando no solo las características individuales de los animales que recrea -su estructura ósea y su musculatura, el color y el lustre de sus pelajes-, sino figuras humanas que acompañan -entrenadores, jinetes, petiseros y propietarios-.